domingo, 9 de febrero de 2020

Bailemos al ritmo de la equidad.

 

Un Maestro Juez dijo un día en mis clases de derecho: ¿Por qué las mujeres adquieren nuevos derechos y los hombre no?; le respondí: los hombres han sido privilegiados históricamente con muchos derechos, las mujeres hemos tenido que pelear por tener derechos, nadie nos los dio como a los hombres y si no peleamos permanentemente por ellos sin duda nos serán quitados, por eso nuestra lucha es constante; luchamos por la equidad, no para estar por encima de los hombres sino para caminar juntos con los mismos derechos y las mismas oportunidades, sin diferencia de género. Bailemos al ritmo de la equidad.

Las personas.




Las personas somos todos los seres de la especie humana, solemos referirnos a ellas como ajenas a nosotros; «las personas» son reflejo de lo que como sociedad somos, hablar de las personas es hablar de nosotros, podemos clasificarlas por su pensamiento, por su condición social, por sus características, pero debemos cuestionarnos si al hacerlo estamos discriminando. 

Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de cambiar lo que vemos como cotidiano, es decir, si aprendimos a excluir en la manera de decir las cosas, pensamos que eso es normal, y eso mismo replicamos a los que nos rodean y creerán que también es normal; en cambio, si cada vez que hacemos diferencias nos cuestionamos si estamos excluyendo, cambiemos nuestro lenguaje para incluir, para vernos en el otro, para crear empatía y romper esos paradigmas que nos alejan. Las personas somos diferentes pero valemos igual.