León, Guanajuato a 18 de diciembre del 2013.
Por Coco Bernal
Hoy
conmemoramos el día internacional del migrante, una fecha que nos lleva a la
reflexión sobre la condición que viven nuestros connacionales radicados en la
Unión Americana en busca del American Dream. Como periodista puedo compartir mi
experiencia de hacer radio y televisión para Estados Unidos en un proyecto
enfocado a migrantes guanajuatenses que me llevó precisamente a recorrer todas
las comunidades rurales del estado, uno de los principales expulsores de mano
obra a los Estados Unidos. En mi recorrido en busca de historias conocí de
primera mano a lo que se enfrentan nuestros connacionales al irse como acá
decimos “de mojados”, cruzando el desierto, agarrados por la migra, hasta
encontrar comunidades habitadas solo por mujeres, porque todos los hombres se
fueron “al norte” a trabajar, y lo peor de todo, muchos de ellos ya no
regresan, ¿para qué? dicen algunos si aquí no hay oportunidades, o bien porque
en el camino perdieron la vida, conocí
líderes que al llegar a los Estados Unidos se dieron a la tarea de trabajar por
los derechos de los migrantes, de informarlos sobre sus obligaciones y como
encontrar oportunidades.
Hoy
a la distancia veo condiciones distintas para nuestros connacionales,
comunidades de diferentes estados del país bien organizados, con voz propia,
con relaciones en los consulados, con espacios que a lo largo de la historia se
han ido conquistando, con escuelas hispanas, con derechos. Falta mucho, pero
ahí la llevamos, la reforma migratoria que abre el gobierno norteamericano es
una esperanza y un logro de todos, de los que están allá como de los que
estamos acá, de los que hemos alzado la voz para hablar por los que no la
tienen, por los no tuvieron la oportunidad de estudiar pero alguien les dijo
que allá podían alcanzar sus sueños y dejaron familias, tierra, y el derecho
que les da de sentir un pedazo de éste cielo azul de nuestro querido México, el
trabajo sigue para despertar más conciencia de que un país ajeno con
oportunidades y con obligaciones puede hacernos alcanzar el sueño americano con
las ganas de trabajar que nos identifica, con la esperanza de darle una mejor
calidad de vida a nuestros hijos que quizá algunos de ellos no conocerán nunca
lo que es vivir en México porque nacieron allá pero la sangre mexicana que
corre por sus venas sin duda los hace diferentes.
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