domingo, 28 de abril de 2019

La gente trasciende y permanece.

Hoy vine a las quesadillas de Doña Betty, ella ya murió, murió hace dos años de cáncer, pero el negocio que emprendió sigue gracias a sus hijos que le dieron continuidad, siempre que vengo aquí la recuerdo.

Doña Betty siempre me trató muy bien, era de pocas palabras pues mientras hacía las quesadillas y las servía no había mucho tiempo para platicar, su tarea era atender rapido a sus comensales.

Un día llegué a su negocio y me impactó verla con un turbante, dije: ¡no puede ser, la alcanzó el cáncer!, conocí de cerca la enfermedad del cáncer de mama, mi hermana falleció de eso, hice un movimiento con mujeres comunicadoras para hacer campaña de prevención, ese día le dije: "todo va a estar bien, mis mejores deseos para Usted" me contestó:gracias!; dos meses después ya se había ido, a la entrada de su negocio lucía un moño negro como símbolo de luto; días despúes regresé para dar el pésame. 

Han pasado dos años de su muerte y su negocio es el espíritu vivo de los sueños de una mujer por sacar adelante a su familia, ya no está físicamente pero sin duda cada vez que visito este lugar siento que me saluda como antes y hoy no fue la excepción.


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